domingo, 16 de diciembre de 2007
Historias en papel y lapiz
Estas tres estampas del pasado sacadas del baúl de los recuerdos se atribuyen en parte a lo que hemos sido como barrio; la primera cuando se nos pagaba un dólar por pelar el gallo muerto en la jugada...allí en la Gallera Guayabal, había un árbol a la orilla de la quebrada que servía de paredón y ahí se terminaba el sacrificio, se envolvía en una funda plástica o de papel, lo que hubiese a la mano y se le entregaba al dueño.
La segunda estampa nos recuerda el Mito del SAPO-TORO, que no fue otra cosa que un ingenioso truco publicitario de los vecinos, para atraer la economía al lugar....y ciertamente vendiendo mucho maví champán.
La tercera y más nostálgica de estas estampas; lo fue recuerdo del Cine de Guayabal hecho con planchas de zinc, cerca del puente de la quebrada en terrenos de Don Federico Soto. Allí se exhibían películas en blanco y negro proyectadas a la única pared en cemento desde una torre, el cine no tenia techo, el piso era de grava y los asientos unos rústicos bancos de madera....en aquellos días los jóvenes mas traviesos lanzaban objetos desde afuera cuando mas interesante estaba la película. Los muchachos se trepaban en el palo de tamarido para lograrse la pelicula y el camino lo bordeba una verja de mayas.
miércoles, 31 de octubre de 2007
Guayabal mi barrio querido
Guayabal mi barrio querido,
terruño de mis amores,
de lágrimas y sin sabores
pero de un corazón profundo.
En otro país pude haber nacido
pero Dios me dio este mundo,
de verdores y pasiones,
de luchas y de emociones,
voy entonado en un cantar
que lindo es mi Guayabal.
La Capilla, la Gallera o la quebrá,
Canarico y los matrucos de mamá,
y el Cerro, y el Garaje e’Mingo,
me recuerdan que cuando niño
lo que vale es la nobleza,
y me hacen decir con franqueza,
aquí con mucha entereza,
que "Guayabal es mi tierra".
La Escuela Don Salvador,
es tributo al educador.
Y si quieres disfrutar,
al Lago te voy a invitar,
para que pueda pescar:
la lobina, la chopa o la palometa
y si acaso el sol aprieta,
un trago debe tomar
del sabroso mabí champán.
Padre Ramiro bendijo a miles feligreses,
y Herminia la espíritista los invocaba con creces.
Te lo digo no es relajo.
Recuerdo cuando Mamita hacia ruedos y refajos,
mientras que Papito como electricista bregaba.
No había nadie más que él, cuando éste se picaba,
diciendo: "Yo soy Flor Guzmán" en todito el litoral,
el hombre que invento la luz
en el Barrio Guayabal.
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